Plan general

Pedagógico-pastoral

Nuestra raíz carismática fundamentada en la síntesis “piedad-letras” siempre nos ha urgido a dar unidad a toda la tarea educativa, armonizando e integrando pedagogía y pastoral.

 

Nuestro trabajo cotidiano basado en la corresponsabilidad, el diálogo y la búsqueda común de objetivos y estrategias, favorece la implicación de todos en la misión común y nos conduce hacia la Misión Compartida.

Las Escolapias tenemos una rica tradición educativa y hemos buscado siempre responder creativamente a los retos de cada momento histórico. Hoy, como ayer, seguimos educando en valores desde el Evangelio de Jesús, según el carisma de PAULA MONTAL y JOSÉ DE CALASANZ.

Desde nuestra raíz carismática, “Piedad y Letras”, soñamos con un nuevo paradigma de la misión educadora para seguir respondiendo a la realidad actual de la infancia y juventud.

Nuestra mirada se dirige a:

  • La sociedad: Estamos inmersos en una sociedad plural que nos aporta la riqueza de la diversidad y nos envuelve en el relativismo. Una sociedad multicultural caracterizada por la globalización, la ecología y las nuevas formas de relación y comunicación. Una sociedad de fuertes contrastes, caracterizada también por la indiferencia y el olvido de Dios junto a la búsqueda de nuevas formas de espiritualidad.
  • La familia y la mujer: Intuición carismática de Paula Montal, fueron el núcleo de su pensamiento y obra. La familia, a pesar de su gran inestabilidad, es la institución más valorada por los jóvenes. En nuestra sociedad conviven diversos tipos de familia que plantean nuevos retos a la educación. La mujer hoy sigue experimentando una cierta marginación en sus derechos y en su dignidad y, al mismo tiempo, se reconoce y valora más su capacitación en el ámbito familiar, laboral y social.
  • La Iglesia: Muchas veces se difunde una imagen distorsionada y reducida de la Iglesia, que no hace justicia a la misión que desarrolla como respuesta a diversos aspectos de la vida social. A pesar de su esfuerzo por acercarse a la sociedad, la Iglesia, es una de las instituciones menos valorada y en la realidad secularizada que vivimos necesita formas, estructura y lenguaje nuevos para ser signo y presencia del amor y misericordia del Dios manifestado en Jesús.
  • La persona: Inmersa en los grandes contrastes de nuestra sociedad la persona de hoy se caracteriza por ser individualista, fragmentada, preocupada por lo próximo e intercomunicada. Los valores con los que más se identifica son el pacifismo, la tolerancia y la ecología, despreocupándose de otros valores importantes como la responsabilidad, el esfuerzo y el compromiso.
  • La escuela: Es la institución en la que más inciden directamente la realidad social y los cambios que con tanta velocidad ocurren a su alrededor. Encuentra dificultades para adaptarse y dar respuestas innovadoras, aunque por otra parte, es flexible, siempre en búsqueda y abierta al cambio. Contestada socialmente, cuenta con profesionales buenos y vocacionados.

    Esta mirada a la realidad es un reto al que debemos responder de forma creativa para ser capaces de generar ilusión y seguir educando con competencia escolapia. Impulsamos la escuela que da respuesta a la realidad de hoy mirando al futuro.

Nos definimos como una escuela humanizadora, evangelizadora e innovadora.

Una escuela

humanizadora

Que enseña a ser persona y a descubrir las claves de la felicidad y del aprendizaje social. Una escuela que es espacio privilegiado para el desarrollo de todos los aprendizajes: de los afectos, intelectual, de la expresividad, de la creatividad, del esfuerzo, y de experiencias vivenciales significativas. Una escuela que desarrolla la inteligencia emocional, moral, existencial y espiritual.

Una escuela humanizadora necesita opciones educativas para priorizar valores que humanicen y educar para la vida, teniendo en cuenta la complejidad y singularidad de cada persona en su proceso de crecimiento integral.

Una escuela

evangelizadora

Que promueve una pastoral sistémica y suscita el diálogo Fe-Cultura. Una escuela que realiza un anuncio explícito de la Buena Noticia, desarrolla procesos y desemboca en la construcción de proyectos de vida. Una escuela que hace posible el encuentro con un Dios manifestado en Jesús que invita al compromiso solidario.

Una escuela evangelizadora necesita un modelo de pastoral que marque criterios para todo el Centro. Pasar del modelo “de transmisión de la fe” al de la “competencia espiritual”, utilizando unos lenguajes y una pedagogía nuevos y cercanos que respondan a los retos que plantea la Nueva Evangelización.

Una escuela

innovadora

Escuela interconectada, donde aprender será sinónimo de investigación, selección, debate, aplicación, responsabilidad y autonomía. Una escuela que apuesta por el desarrollo de las inteligencias múltiples, de las competencias básicas y la interdisciplinaridad de los aprendizajes.

Una escuela innovadora necesita una metodología que basada en la experiencia enseña a hacer, haciendo. Apoyada en las nuevas tecnologías prepara para vivir en la cultura de los medios de comunicación y convivir en el mundo de las redes sociales.